ü 4. Kant y sus influencias.
Inmanuel Kant (1724-1804) nació
en la actual Kaliningrado, en el seno de una humilde familia que profesaba el
pietismo, una actitud religiosa que daba prioridad a la piedad vivida de modo
intimista y defendía una moral rigurosa.
En 1740 ingresó en la
universidad, donde conoció a Martin Knutzen, que le aportó el interés por las
ciencias de la naturaleza y las matemáticas, apareciendo en sus primeras obras.
En 1755 publicó la historia general de la naturaleza y
su teoría del cielo, que sigue las
teorías de Newton y en la que aparece la teoría del origen del universo que
será conocida como “hipótesis de Kant-laplaces”
En 1770 fue nombrado profesor
titular de lógica y metafísica en una universidad de Kaliningrado y escribió la
llamada Disertación, donde muestra
que el conocimiento no puede basarse solo en la experiencia. La lectura de la
obra de Hume le “despierta del sueño dogmático” e inaugura lo que se conocerá
como período crítico. En 1794 se le ordenó que se abstuviera de escribir o
tratar temas religiosos porque su libro La
religión dentro de los límites de la razón había disgustado a las
autoridades y dos años más tarde se retira.
La reflexión de Kant toma de partida el racionalismo de Leibniz y Wolf, el empirismo de Hume cuya teoría del conocimiento perfeccionó para substituirlo en el plano de la ética; los planteamientos de los ilustrados franceses y los avances de la física y la matemática de Newton.
La filosofía kantiana tuvo una influencia inmediata en el idealismo alemán. Filósofos rechazaron la distinción fenómeno-noúmeno, negando la existencia del segundo por considerarlo superfluo para la teoría del conocimiento.
Una aportación importantísima de Kant tanto a la filosofía y a la ciencia fue la delimitación del conocimiento científico a lo que puede ser intuido empíricamente, desligando así sus contenidos de cualquier elemento extraempírico. La filosofía positivista apoyó esta postura defendiendo que el conocimiento así entendido es el único posible.
También influyó sobre los planteamientos de los derechos humanos
ü 4.1. Factores políticos, sociales y culturales del
siglo XVIII que conducen a la
Ilustración
Durante todo el siglo XVIII se da
un proceso contra el llamado Antiguo Régimen, es decir, contra las monarquías
absolutas y las sociedades clasistas donde domina el Despotismo Ilustrado. Todos
los poderes de la nación están sujetos a la autoridad de los reyes. Continúa la
lucha protagonizada por la clase burguesa, que consigue derrocar a ese antiguo
régimen en la Revolución Francesa
bajo el lema: “libertad, igualdad y fraternidad”. Durante el S. XVIII, la mayor
parte de la estructura social sigue siendo feudal, aunque adquiere importancia
la burguesía, que es la protagonista del cambio social. A finales de siglo
aparece la Revolución
industrial, impulsada por el descubrimiento de la máquina de vapor. La
proyección ideológica del conflicto entre la nueva y la vieja sociedad es el elemento
fundamental del proceso histórico de la ilustración. La filosofía empirista de
Locke ejercerá una gran influencia sobre los ilustrados. También la
independencia de los EEUU (1776). Todos estos acontecimientos conducen hacia la
supresión del régimen feudal y a la creciente toma de conciencia de la dignidad
y derechos de la persona.
La existencia de Kant transcurre
en la época de la ilustración, en Prusia, durante el S. XVIII. Inmanuel Kank es
el filósofo más importante de esta época, abrió nuevos caminos al pensamiento e
influye en toda la filosofía posterior. Durante toda su existencia estuvo
dedicado a su actividad filosófica. Se apasionó por la política de su tiempo ya
que era un entusiasta de la independencia de los EEUU y de la Revolución Francesa.
En cuanto a la situación social,
política y económica de Prusia en esta época hay que destacar el gobierno de
Federico II el Grande, un déspota ilustrado. Es el rey quien promueve la
cultura y favorece las ideas ilustradas para organizar el Estado. Desde el
punto de vista religioso hay que señalar la aparición de corrientes místicas de
renovación y la difusión del pietismo. Aunque se caracterizó por su moral
estricta, un cierto misticismo y una ruptura radical con la iglesia luterana,
sobre todo predicaba la tolerancia religiosa y por eso enlazó bien con la
ilustración. Todas estas circunstancias explican en buena medida las
características de la ilustración alemana: no existe una crítica social y
política como en Francia, ya que los filósofos admiran al gran rey Federico II;
la cultura y los intelectuales se concentraban en la Universidad , donde los
filósofos suelen ser profesores; es una filosofía mucho más especulativa y
técnica, centrada en problemas lógicos y metafísicos, conservadora y no
revolucionaria; en la ilustración alemana no existe oposición entre la
filosofía y la religión; la ciencia germana todavía se había desarrollado poco
y su interés se centraba básicamente en las matemáticas.
ü 4.2. Las
nuevas ideas: progreso, educación o ilustración, humanidad, civilización,
naturaleza.
El movimiento histórico llamado
ilustración “¡atrévete a saber!”, en la cual el hombre se invita a si mismo a
“saber”, a “conocer”, con el fin de conseguir una expansión del conocimiento.
Previamente a la Ilustración se decía
que la fuente de donde emergía la luz era Dios o la divinidad, pero fue en el
siglo XVIII cuando los ilustrados afirmaron que la luz que recibía el hombre
procedía del propio trabajo y esfuerzo del hombre donde la frase anterior
citada es creada por Kant y apoyada por algunos filósofos.
Este cambio de pensar sobre la
procedencia de la luz, la cual ya no procedía de Dios, trajo consigo el
pensamiento de que religión era motivo de separación y conflicto, y por eso la
humanidad buscó otros campos donde se pudiera cooperar sin violencia. Así, los
mejores espíritus se entregaron al cultivo de la ciencia, al principio con la
vieja tecnología y, posteriormente, ya en el empirismo, de una forma solo
dependiente, de las propias capacidades humanas.
En Francia, a causa del
feudalismo, hubo una profunda desigualdad económica, social y cultual que
impidió que germinase el espíritu de fraternidad que toda religión pretende y
que según la fe católica, debería alcanzar a todos, y no a una pequeña secta.
Como consecuencia de la vida social caótica que sufría Francia, las élites
francesas exigían una política racional que eliminara el caos social y
organizara la vida de la sociedad entera.
ü 4.3.
Características de la razón ilustrada
En cuanto a la situación social,
política y económica de Prusia, en esta época hay que destacar el gobierno de
Federico II el Grande, un déspota ilustrado. Es el rey quien promueve la
cultura y favorece las ideas ilustradas para organizar el Estado. Aparecen
corrientes místicas de renovación y la difusión del pietismo. Aunque se
caracterizó por su moral estética, un cierto misticismo y una ruptura radical
con la iglesia luterana, sobre todo predicaba la tolerancia religiosa y por eso
enlazó bien con la Ilustración. Todas
estas circunstancias explican en buena medida las características de la Ilustración alemana:
no existe una crítica social y política como en Francia ya que los filósofos
admiran al rey Federico II; la cultura y los intelectuales se concentran en la Universidad , donde los
filósofos suelen ser profesores; es una filosofía mucho más especulativa y
técnica, centrada en problemas lógicos y metafísicos, conservadora y no
revolucionaria; en la ilustración alemana no existe oposición entre la filosofía
y la religión; la ciencia germana todavía se había desarrollado poco y su
interés se centraba básicamente en las matemáticas
En Francia, a causa del
feudalismo, hubo una profunda desigualdad económica, social y cultural que
impidió que germinase el espíritu de fraternidad que toda religión pretende y
que según la fe católica, debería alcanzar a todos, y no a una pequeña secta
como consecuencia de la vida caótica que sufría Francia, las élites francesas
exigían una política racional que eliminara el caos y organizara la vida de la
sociedad entera.
ü 4.4. La idea
kantiana de Ilustración
Según Kant, la Ilustración es la
salida del hombre de la minoría de edad en la que se encuentra por su propia
culpa, para sacar al hombre de esta situación, Kant invita al hombre a “saber”,
a “conocer” mediante la famosa frase “¡atrévete a saber!”. Para Kant era
preciso luchar por la emancipación del hombre, pero no valía de nada
compadecerse de los demás, ni llorar con ellos, como a veces parecía hacer
Rosseau. Era preciso que el propio hombre tomase conciencia de que él también
debía actuar para lograr su propia libertad y su propia felicidad digna.
Aquellos que mandaban eran de la ignorancia culpables, también lo eran quienes
se mantenían en la minoría de edad pasiva, como niños que necesitasen
continuamente de tutela.
Kant quería que cada persona se
formulara así misma una serie de preguntas según las cuales podrían alcanzar la
mayoría de edad en la que consistía la libertad verdadera, construir su propia
vida, algo que según Kant, deberíamos hacer todos. “¡Atrévete a saber!”, saber
lo que significaba ser hombre, esto es, a cargar responsablemente con tu vida.
Debemos hacer esto, de tal forma que dejemos hacer lo mismo a los que nos
rodean. Esta es la forma racional de vida.
ü 4.5. La
síntesis entre racionalismo y empirismo en Kant
(esta pregunta se subirá en breves... )
ü 4.6. El
formalismo moral
En su uso teórico la razón se
ocupa de la facultad de conocer, mientras que la razón práctica se ocupa de los
fundamentos de la voluntad (¿Qué debo hacer?). Los principios éticos deben
proceder de la propia razón y ser a priori, universales y necesarios.
Kant define las éticas materiales como aquellas que
tienen un contenido concreto. Determinan un fin y establecen unas normas para
alcanzarlo. Como sus principios no vienen dictados desde dentro de la razón
Kant las denomina heterónomas, por lo que no pueden dar lugar a auténticos
principios morales porque se guían por inclinaciones.
Kant piensa que la auténtica moralidad debe establecer sus
principios desde la propia razón y deben ser carentes de un contenido concreto,
porque si debe ser a priori, universal y necesaria no puede establecer sus
principios con referencia a la experiencia. Sus conceptos son leyes, principios
objetivos y universales, por lo que el mandato moral es categórico.
El imperativo categórico constituye la “forma” de cualquier otro
imperativo. No busca ningún fin, es una guía de la voluntad para que cualquier
máxima se convierta en una acción legisladora universal. Debe seguirse aunque
vaya en contra de nuestras inclinaciones. Esta ética formal, autónoma, es el
principio supremo de la moralidad, porque no se basa en inclinaciones ni en la
experiencia. Es algo necesario que no admite excepciones.
El significado esencial del imperativo categórico es que tus
decisiones morales particulares sean de tal modo que se puedan universalizar.
1.
“Obra solo de acuerdo a la máxima por la cual puedas
querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal”. De ahí que deba
cumplir con mi deber siempre aunque vaya en contra de mis inclinaciones.
2.
“Obra como si la máxima de tu acción debiera
convertirse por tu voluntad en ley universal de la naturaleza”.
3.
“Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu
propia persona como en la persona de cualquier otro, siempre a la vez como un
fin, nunca simplemente como un medio”. Trata a todo hombre como a ti mismo.
4.
“Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre
un miembro en un reino universal de los fines”.
Para que el imperativo pueda
funcionar en la sociedad debe haber
igualdad entre los que entran en una acción social. Si yo necesito mucho de la
acción del otro para conseguir mi fin, quizás el se aproveche de ello. La
necesidad estaría empuesta por la situación de desigualdad que impide que la
negociación y el contrato sean justos. Para que el imperativo se cumpla, los
dos actores deben de entrar en la acción con la misma libertad, con necesidades
más o menos iguales.
El respeto al imperativo establece tres comportamientos.
§
Contrario al deber: inmoral e ilegal.
§
Conforme al deber: legal pero no moral.
§
Por deber: moral (buena voluntad)
Cuando una voluntad es absolutamente buena, es decir, actúa siempre siguiendo
la ley moral, alcanza la santidad. Una voluntad santa es aquella cuya máxima
puede ser ejecutada siempre como ley universal, obra siempre siguiendo el
imperativo categórico, pero en la ley kantiana no coinciden la virtud y la
felicidad.
Al realizar lo correcto a
disgusto es llamado antinomia de la razón
práctica, y es por esto que no se puede alcanzar el bien supremo (virtud
más felicidad).
Es necesario postular la
existencia de la libertad para que se pueda hablar de acción moral. Si no
existe la libertad, tampoco la responsabilidad de la acción moral, por lo que
no tendría sentido hablar de ética. Hay que postular la inmortalidad del alma para que haya una progresión moral hasta el
infinito, lo que requiere de la existencia de un ser supremo que garantice que
el hombre tenga un alma inmortal y que pueda ser simultáneamente virtuoso y
feliz. Por eso hay que postular la existencia de Dios, que posibilita la
existencia de un alma inmortal, y que se realice el bien supremo. Ya se
estableció que la finalidad de la moralidad no puede ser buscar la felicidad,
por eso dirá Kant que debemos actuar para hacernos dignos de ser felices.
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