ü 1. Platón
Platón nació en el año 427 A .c. en Atenas, en una
familia aristócrata, y vivió en su juventud los desastres de la guerra del
Peloponeso. Su verdadero nombre era Aristocles, Platón era un apodo que
significaba “ancho de espaldas”. Tal vez la inestabilidad política de su tiempo
le empujó a querer actuar en la vida pública, pero su encuentro con Sócrates
cambiaría sus proyectos. Conmovido por la muerte de Sócrates, Platón abandonó
Atenas, realizando múltiples viajes aunque el más importante, quizás, fue a
Sicilia, donde se relacionó con los pitagóricos.
De nuevo en Atenas, influido por
la escuela pitagórica, compró un gimnasio en un terreno próximo a Atenas, donde
hubo un santuario dedicado al héroe Academo. Allí, en lo que después habría de
llamarse Academia, comenzó a reunirse con sus amigos y discípulos, siendo este
el primer centro de formación política e intelectual de los jóvenes griegos,
por lo que se podría considerar la primera universidad europea. Tal vez como
fruto de estas enseñanzas, escribió en esa época algunos de sus diálogos más
importantes.
Platón recibe influencias de filósofos como Heráclito, con el que comparte la idea de un mundo sensible; Pitágoras, quien también concebía las matemáticas y la geometría como un conocimiento libertador; las características del ser de Parménides, el Nous de Anaxágoras y sobre todo, la influencia de Sócrates, con quien compartió el rechazo a los sofistas y le enseñó el uso del diálogo para indagar en los problemas filosóficos partiendo de la ironía, además de la mayéutica.
Podemos decir que la influencia que ejerce en Aristóteles fue la más importante, el cual no aceptaba que las ideas estuvieran en un mundo separado, opina que las esencias están dentro de los seres sensibles. Coinciden en las características de la razón: divina e inmortal, y por último muestra una clara influencia platónica la importancia del conocimiento para la moral y la política. También ejerce influencia sobre el neoplatonismo, que coincide con Platón en la cesión del ser en dos esferas, la sensible y la suprasensible. Heredará una visión mística del platonismo y defenderá que en la jerarquía ontológica platónica en lo más alto está Dios, por encima y más allá del ser. Otra doctrina neoplatónica será el emanatismo, según el cual todo el Universo emana desde lo Uno (Dios). Otra influencia ejercida es la de San Agustín, que rechaza la idea de Platón de que el conocimiento venga del recuerdo, afirmando que proviene de la ilustración divina. Y por último, la influencia sobre el racionalismo cartesiano.
ü 1.1. La
formación de la pólis griega.
Por lo que se refiere a la
situación política, cabe afirmar que también en este ámbito los griegos gozaban
de una situación privilegiada, ya que por primera vez en la historia lograron
crear instituciones libres.
Durante los siglos VII y VI A.c.
Grecia sufrió una transformación considerable desde el punto de vista
socioeconómico. Antes era un país primordialmente agrícola, pero a partir de
entonces comenzó a desarrollarse cada vez más la industria artesana y el
comercio. Las ciudades se convirtieron en centros comerciales florecientes, lo
cual provocó un notable aumento de la población. La nueva clase de comerciantes
y de artesanos logró paulatinamente una considerable fuerza económica y se
opuso a la concentración del poder político que se hallaba en manos de la
nobleza terrateniente. En las luchas que emprendieron los griegos para
transformar las viejas formas aristocráticas de gobierno en las nuevas formas
republicanas “había que reavivar y aplicar todas las fuerzas; la vida pública
abría el camino a la ciencia y el sentimiento de la joven libertad debía
otorgar el carácter del pueblo griego un impulso del que la actividad científica
no podría verse exenta”.
La filosofía nació en las
colonias antes que en la metrópoli, esto sucedió así porque las colonias,
gracias a su laboriosidad y a su actividad comercial, alcanzaron primero un
bienestar y, debido a la lejanía de la metrópoli, pudieron establecer instituciones
libres antes que esta. Las más favorables condiciones socio-político-económicas
de las colonias fueron las que permitieron que la filosofía surgiese y
floreciese en ellas. Luego, una vez que hubo pasado a la metrópoli, alcanzó sus
cimas más altas en Atenas, esto es, en la ciudad en que floreció la mayor
libertad de que hayan disfrutado los griegos. Por lo tanto la capital de la
filosofía griega fue la capital de la libertad griega.
Al constituirse y consolidarse la
polis, el griego, se vio llevado a tomarse esencialmente a sí mismo como
ciudadano. Así, el Estado se convirtió en el horizonte ético del hombre griego
y siguió siéndolo hasta la época helenística.
ü 1.2.
Antecedentes presocráticos: Heráclito, Parménides y Anaxágoras.
Heráclito: Platón admitió como Heráclito que toda realidad está
sometida a un incesante cambio, pero esta realidad será meramente apariencia,
es el “mundo sensible”.
Pitágoras: Platón viajó a Sicilia con el fin de conocer las ideas
pitagóricas, con las que coincidía en la importancia que otorgaban a las matemáticas
y la geometría, concebidas como conocimiento libertador.
Según Pitágoras, el cuerpo es una
cárcel para el alma, que anteriormente ha vivido fuera de él una vida
incorpórea en un mundo superior. Pero el alma puede volver a ese mundo superior
si se purifica mediante el conocimiento matemático y dialéctico durante la vida
corpórea. Esta purificación es lo que se denomina catarsis.
Parménides: la influencia de Parménides se manifiesta en que Platón
recoge la Vía de la Opinión o Doxa, como la
vía de acceso al mundo sensible y la
Vía de la
Opinión o Episteme, como vía de acceso al mundo inteligible.
Platón usa las mismas características del ser que Parménides para describir las
ideas, a las que defina como únicas, eternas e inmutables.
Anaxágoras: su importancia radica en que introduce el Nous realidad
transcendente separada de todas las cosa y causa eficiente del movimiento. Es
el antecedente del Demiurgo platónico
y tiene características similares, introduciendo un orden racional y una
finalidad en su visión cosmológica.
ü 1.3. Os
sofistas y Sócrates
Sócrates: es el autor más relevante para su pensamiento. Compartió con él su rechazo a los sofistas por su utilitarismo, su orientación de la educación hacia el éxito en la política y su actitud sensista, subjetivista y relativista.
También el método del diálogo para indagar en los problemas filosóficos está tomado directamente de Sócrates, que parte de la ironía, consistente en realizar preguntas al interlocutor para que reconozca su ignorancia, y de la mayéutica, que pretende extraer la verdad que está dentro de cada uno en forma de ideas innatas.
Los sofistas y Socrates coincidían
en que la areté, ya no era el
elemento clave de la filosofía, ahora, lo importante debido a la batalla bélica
con los persas, era el objetivo de la organización de la polis.
Los sofistas, eran una especia de
profesores ambulantes que recibían un salario a cambio de sus enseñanzas, sus
aspectos más complejos estaban relacionados con la metodología de la enseñanza, como los siguientes:
-Consideraban que la formación del individuo lo abarcaba todo e
integraba todos los conocimientos. Las enseñanzas trasmitidas tenían que
ver con la astronomía, mitología, poesía, geografía, etc. Según los sofistas,
todas estas formas de conocimiento debían articularse en un sistema
enciclopédico, en el que no significaba tanto la cantidad de conocimientos que
se adquirieran como la confluencia de esos saberes en una ciudad, creadora de una
forma nueva de ser humano.
-Entendían el conocimiento como un proceso. Esto significa una
oposición al saber dependiente de valores y estructuras firmes. Para ellos, en
cambio, el acto de conocer es algo variable, conectado con el tiempo.
-Para ellos el conocimiento tiene carácter relativo. Los juicios con
que se describe el mundo son formas históricas dependientes de quienes las
formulan. El conocimiento está sustentado en la sensación y nunca se pueden
tener sensaciones que permitan ser sintetizadas, verdaderamente, en juicios tan
concretos.
-La validez el conocimiento era problemática para los sofistas, ya
que hay que establecer quién proclama los criterios válidos del conocimiento,
de qué orden son o con qué finalidad se establecen
Algunos contemporáneos y, sobre
todo, algunos filósofos posteriores, como Platón y Aristóteles, encontraron en
estos planteamientos una subversión de valores y una afirmación del
escepticismo y la imposibilidad de conocer e investigar.
ü
1.4. La teoría platónica de las ideas
La palabra canon entendida como
regla de proporciones ideales es un término que, desde los griegos, llega hasta
nuestros días. En la búsqueda de ese canon,
existía el deseo de un todo, una
estructura superior bajo la que lo real
se organizase. El artista que esculpía su escultura andaba tras esa perfección
que, de alguna manera, parecía estar ya, en contornos todavía confusos, dentro
de él mismo.
También la matemática griega estuvo dominada por la idea de la perfección.
Así, el círculo era la línea más perfecta y alcanzaba su mayor pureza en las
órbitas de las estrellas. La geometría, tan admirada por Platón, constituye un
buen ejemplo para su teoría de las ideas. Efectivamente, los objetos
geométricos son ideas.
ü
1.5. Mundo sensible y mundo inteligible
La existencia de un mundo en continuo
movimiento y cambio, tal como había sido expresado por Heráclito, le planteaba
ciertas dificultades a Platón. Lo que fluye apenas puede pensarse y no puede
ser objeto de verdadera ciencia (episteme).
Los sentidos nos entregan del mundo imágenes móviles o imágenes,
aparentemente estáticas, pero que también cambian.
Frente al mundo sensible tiene que existir un universo ideal, independiente de las cosas reales, y objeto de
mirada distinta de la de nuestros ojos. Este universo tiene carácter universal
y en él están las ideas que son inmutables y eternas, la verdadera realidad que
constituye el mundo sensible. Las ideas, son el fundamento y modelo del mundo real.
Dos mundos distintos: uno que cambia continuamente y que percibimos
por los sentidos; otro que está libre de cambio. Este otro mundo inmutable,
solo lo percibimos con el entendimiento.
Los objetos del mundo sensible participan de las ideas y, de esta
forma tienen cierta realidad, aunque sea imperfecta y suponga un reflejo del
mundo inteligible. Un mundo aparente y
sometido al devenir, no es real porque
es una sombra del inteligible.
Las ideas constituyen además el
fondo de valores éticos, de conceptos estéticos, que se enraízan en
la mente y en el lenguaje. Si hacemos frases es porque hay en nosotros un fondo
“teórico” que nos permite saber qué queremos decir cuando empleamos semejantes
expresiones.
El mundo de las ideas está jerarquizado:
en su base se encuentran las ideas de los objetos y seres del mundo sensible,
posteriormente los objetos matemáticos y, en su cúspide, las ideas éticas y
estéticas, como las idas de belleza o de la justicia y, finalmente, la idea del
Bien en sí. Esta idea es el fundamento de todo ser, es la idea iluminadora del hombre y su sentido.
ü
1.6. Grados del conocimiento
Hay 3 estadios en el proceso del
conocimiento
a)
El mundo de lo
que se ve, la sensación, a través de la cual se nos hace presente el mundo.
Este primer nivel del conocimiento, por el que todo empieza, puede, por su misma
simplicidad, ser engañoso.
b)
El horizonte de las ideas, el alma se hace forma de conocimiento que ya no es inmediata
como la sensación. A penas se roza el mundo exterior aunque se refiere a él. Su
territorio es la Doxa ,
las opiniones.
c)
La luz de la
idea suprema: el Bien. Sólo en esa lucha por la verdad, a través de las
opiniones, se puede alcanzar el conocimiento que se expresa en la ciencia. Este
saber alcanza su momento esencial en el conocimiento de Bien.
Diferentes cambios para acceder
al conocimiento del mundo inteligible según platón:
-A través de la dialéctica. Los dos mundos se dividen
en diferentes grados de Ser que a su vez se corresponden con los grados de
conocimiento.
Una vez el filósofo ha alcanzado
el mundo de las ideas va ascendiendo hasta la idea suprema, la idea de Bien en
sí.
-A través de la reminiscencia: el alma ha estado en el
mundo de las idas y puede recordarlo, de ahí la famosa afirmación de que
conocer es recordar; es la teoría denominada anámnesis. De ahí que, en el Menón,
se realice un curioso experimento, demostrando que sin conocimientos previos y
con hábiles preguntas, utilizando la mayéutica
socrática, se pueden entender y describir complejos teoremas y extraer la
verdad que estaba dormida en nuestro interior en forma de ideas innatas. Esto
prueba la preexistencia, que antes de nuestra vida, en el tiempo concreto en el
que nos ha tocado existir, hemos tenido otra vida, y en ella hemos adquirido
noticia de lo que ahora, al recordar, sabemos. El alma es un recipiente de la memoria.
-A través del amor: por un lado el hombre asía
encontrar el conocimiento y ascender desde las cosas múltiples hasta la idea de
belleza de la que participan estos objetos. Por otro lado, el alma, al ser de
la misma naturaleza de las ideas, siente un impulso amoroso y anhela volver al
mundo inteligible al que pertenece.
ü
1.7. La concepción política de Platón y 1.9.
Vinculación del alma y la ciudad
Los temas centrales del empeño
por mejorar, en una ciudad justa, a los ciudadanos que viven en ella se
concentraron, sobre todo, en una serie de tesis que requieren algunas
condiciones:
§
Tener una clara
idea de justicia.
§
Superar la
concepción tiránica de la política, en la que algunos ciudadanos imponen por la fuerza o por el engaño su
particular egoísmo.
§
Educar
a los ciudadanos y, sobre todo, a los políticos.
§
Esa educación llevará al poder a los ciudadanos más inteligentes y
generosos.
§
El Estado
es un reflejo del ciudadano. Cuando en el hombre cada función del alma
actúa como le corresponde, reina en él la armonía y surge la justicia. De igual
manera, cuando en la ciudad cada clase ejecuta la labor que le corresponde, se
produce una armonía social que conduce a la justicia colectiva, objetivo del
filósofo gobernante.
El Estado expresa en grande lo
que el individuo en pequeño. Por eso, Platón mantiene en la organización del
Estado la misma división que en el alma individual.
§
El nivel
superior corresponde al lógos, a
la racionalidad y la reflexión. A este nivel pertenecen los gobernantes que han sido elegidos entre los guardianes y que
fundan su superioridad en el saber. La misión de estos gobernantes “filósofos”
es legislar teniendo siempre presente la más rigurosa justicia, ya que es esta
virtud la que hace posible todas las otras y la que sostiene el entramado del
Estado, de la polis. El filósofo auténtico es el que ha alcanzado el mundo de
las ideas, y, por lo tanto, el único capaz de implantar la justicia en la
ciudad.
§
Otro nivel es el de los guardianes cuya misión es defender
al Estado de los posibles ataques exteriores. Esta clase tampoco puede
tener bienes materiales, y su entrega a la tarea común debe ser total. Platón
da a las mujeres de esta clase los mismos derechos y la misma educación que a
los hombres; Platón se opone, así, a las ideas tradicionales que discriminan a
la mujer.
La
parte del alma que corresponde a los guardianes es la irascible. Su virtud es el valor.
§
Por último, los campesinos, comerciantes y artesanos, casi exclusivamente ocupados
en conseguir el sustento diario. Pero, al mismo tiempo, tienen la noble misión
de mantener a las otras clases. Son, pues, fundamento
económico de la polis. La función del alma que les caracteriza es la que
tiene que ver con el ansia que acompaña a las más elementales necesidades del
cuerpo y la vida. Su virtud es la templanza,
que controla y equilibra esos impulsos.
LAS PARTES DEL ALMA Y SU RELACIÓN CON LA
ÉTICA Y LA POLÍTICA
|
|||
Partes del alma
|
Partes del cuerpo
|
Virtudes
|
Almas
|
Alma inteligible
(inmortal)
|
Cerebro
|
Prudencia
|
Gobernantes
|
Alma irascible
(mortal)
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Pecho
|
Fortaleza
|
Guerreros
|
Alma concupiscible
(mortal)
|
Abdomen
|
Templanza
|
Artesanos/trabajadores
|
La relación entre los ciudadanos
y el régimen bajo el que viven:
Aristocracia (saber): es el régimen más perfecto, ya que es la
inteligencia, a través del monarca, la que gobierna. Esa inteligencia generosa
es la que permite establecer el equilibrio entre las clases sociales. Es un
gobierno basado en la capacidad. A partir de este régimen superior, los otros
regímenes manifiestan una inevitable decadencia.
Timocracia (honor): gobierna el elemento pasional sobre el
racional. Se ambicionan honores y riquezas. Predomina la clase militar y sus
representantes oprimen a las clases inferiores, pero al igual que la aristocracia,
acaba corrompiéndose.
Oligarquía (poder): es el gobierno en el que mandan los ricos y
dada la insaciabilidad de los oligarcas, se crean dos tipos de ciudades, una de
pobres y otra de ricos. Este sistema político busca en todo la ganancia y se
olvida del único tesoro político: el de la educación y la solidariedad, por lo
que acaba corrompiendo al régimen entero.
Democracia (elecciones): se realiza por elecciones, así se llena de
libertad la ciudad y es posible escoger otras formas de vida. Será también el
más bello de los sistemas, pero el ansia de libertad y el descuido de todo lo
demás hacen cambiar este régimen político y lo va poniendo en manos de la
tiranía.
Tiranía: el exceso de libertad parece, pues, que no termina en otra
cosa sino en exceso de esclavitud, lo mismo para el individuo que para la
polis. El pueblo acaba aceptando, por ello, al tirano que parece establecer un
orden, aunque sea falso.
ü
1.8. Antropología platónica
Psique tiene como significado
movimiento y principio originador, el alma, el principio de la vida del cuerpo
y, siguiendo con una cierta concepción dualista, el elemento opuesto a la
corporeidad.
La propiedad distintiva de que
algo esté vivo es que se mueva a sí mismo. El alma se mueve por sí misma y
transmite ese movimiento al cuerpo, que de otra manera sería inerte y carente
de vida.
El ser humano que vemos en este mundo es un
compuesto de cuerpo y alma, pero tal unión es un mero accidente. En realidad,
el alma es inmortal e inmaterial y ya existía antes de unirse al cuerpo, el ser
humano “es su alma”. Este es el principio vital que mantiene al cuerpo vivo y
en movimiento, pero su función más propia es el conocimiento. El alma tiende a
ascender al mundo de las ideas o mundo inteligible.
El cuerpo es material y mortal:
prisión para el alma que carga al hombre con necesidades y deseos materiales
que lo alejan de aquel mundo celestial y lo arrastran al mundo confuso y penoso
de lo terrenal.
El alma, ese motor que se mueve a sí mismo, está compuesta de tres fuerzas, tres
partes que tienen a su vez diferentes funciones y se localizan en lugares
específicos del cuerpo:
La parte racional nos diferencia de los animales y supone el
elemento más elevado, se asemeja a lo divino y es inmortal. Se localiza en el cerebro y su misión es conducir a las
otras dos partes del alma. Sus virtudes son la sabiduría y la prudencia. Esta parte del alma es la que entiende.
La parte irascible reside en el pecho y está emparentada con la
moral, siendo fuente de pasiones nobles
como la valentía. Su virtud es la fortaleza.
Es el alma que quiere, la voluntad.
La parte concupiscible es la que tiene que ver con tendencias o
deseos menos controlados que loa anteriores. Origina las bajas pasiones como son los apetitos sexuales o el
deseo inmoderado de comer y beber. Su virtud debe ser la temperancia frente a los excesos a los que le empujan las pasiones
despertadas por el cuerpo.
Racional |
Irascible |
Concupiscible
|
Ver los pros y los
contras y escoger
|
Voluntad, lo que
queremos frente a lo que hacemos
|
Los deseos
|
Prudencia
|
Valentía
|
Moderación
|
Cerebro
|
Pecho
|
Bajo vientre
|
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